Bueno mi relato comienza un día que yo me dirigía al taller mecánico porque a mi carro le estaban fallando los frenos y quería que se los revisaran, hacía mucho calor ese día y entonces me vestí como es mi costumbre muy sexy con un vestido escotado y unas sandalias muy cómodas, me encanta andar ligera así que no me puse bra y solo llevaba una fina tanga negra de encaje. Llegué al taller y estaba muy escondido, cuando llegué vi a dos hombres, uno me encantó, era moreno, alto, se veía bien formado y muy bien parecido, el otro era algo gordo y de tez apiñonada pero no se quedaba atrás en cuanto a atractivo.

El dejó sus herramientas y me tomó por la cintura y nos empezamos a besar apasionadamente, me subió al cofre del carro y me acariciaba muy rico mi abdomen y mis nalgas sin importarle si alguien nos pudiera ver. Entonces sentí su mano por mi entrepierna y fue cuando me agarró el bulto, yo me asusté porque pensé que se iba a enojar y me iba a mandar al carajo, pero no, al contrario, mi niño bonito me dijo que ya antes lo había hecho con mujeres así y que le gustaba más que con las normales, entonces el se paró a cerrar las puertas y quedamos ahora si en privado, yo lo senté en una silla y le comencé a bailar sensualmente quitándome mi vestido, bajándome los tirantes poco a poco, el ya la tenía bien parada porque pude notar un gran bulto en su pantalón, me acerqué a el y me bajé todo el vestido quedando solo en tanga y sandalias, me dijo eres muy hermosa, acercate, entonces me aprisiono con sus brazos fuertes y nos besamos usando nuestras lenguas, fue delicioso, besaba muy bien, entonces me quitó la tanga con los dientes yo ya estaba exitadísima y quedé desnuda ante el solo con mis sandalias, entonces yo tomé control y empecé a besarle el abdomen, su parte baja y llegué a su miembro y le di una gran chupada, era enorme, medía como unos 21 cm y era 5 cm de grueso, le chupaba el glande, lamía su tronco, le mordía tiernamente en la cabeza del pene, y el gemía fuertemente, yo encantada y exitadisima con ese pedazote en mi boca, entonces el me dijo que me apartara porque iba a terminar y yo me quité y lo desvestí todo.
Entonces el me tomó por la cintura y yo me puse en cuatro y el me la metió toda, fue algo delicioso, se sentía riquísimo, yo le decía cabalgame amor, y el me decía que era la montadura más linda y me la metía con ritmo y yo movía mi cadera agitadamente, me gustaba y le decía así así papito no pares, y el continuaba, entonces cambiamos de posición y yo ahora encima de él, él acostado y yo de espaldas a él y sentada en su miembro, comenzó la acción y el me acariciaba toda, con sus manos al frente me tocaba con sus manos llenas de aceite mis pechos y los acariciaba y pellizcaba como nunca me lo han hecho, y con otra mano me pajeaba, yo me sentía tan dichosa de que un hombre tan viril me hiciera su mujer, comencé a gemir como una loca y a agitar mi cabello y a acabalgar ese trozo, sentía calientes mis entrañas, en eso escuchamos como se abrió la puerta, era el otro hombre, mi macho y yo nos quedamos muy asustados porque no sabíamos cual sería su reacción pero cual fue nuestro alivio que al encontrarnos como estábamos el tipo se exitó y se sacó toda la ropa, y se unió a nuestra fiesta.


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