relatos

 Estoy divorciada, tengo 43 años y vivo en pareja con un chico 15 años más joven que yo, que me hace disfrutar todo lo que mi cuerpo necesita, pues siempre he sido muy caliente y necesitada de sexo. Por eso precisamente corneé a mi ex-marido. En aquellos tiempos no imaginaba que en un futuro iba a tener por novio al bombón que tengo hoy, hasta que por motivos de trabajo conocí a este chico y empecé a mantener relaciones con él.

 Yo vivía con mi marido en Barcelona y él aquí, en San Sebastián, por lo que nuestros encuentros no eran tan frecuentes como deseábamos, así que tuve que inventarme una estrategia para poder estar más veces juntos. Consistía en que yo le decía a mi marido que iba a ver a mi madre, que estaba enferma y vivía en Gijón, cuando en  realidad venía a San Sebastián a quedar con mi amante. Yo me cogía el autobús, me venía para aquí estábamos juntos

 3, 4 días o incluso semanas enteras.

 Las cosas empezaron a complicarse para mí cuando mi madre falleció, pues ya no tendría excusas para pegarme esas escapadas. Pero era tal la atracción que sentía (y siento) por este chico, que decidí ocultarle a mi marido el fallecimiento de mi madre para poder seguir viniendo a verlo. Esa situación de mentiras hacia mi marido y el riesgo de que lo descubriera aun me ponía más caliente y me daba mucho morbo pensar lo puta que estaba siendo, ocultándole la muerte de mi madre a mi marido para poder seguir poniéndole los cuernos.

 La cosa siguió funcionando hasta que al cabo de 2 meses mi marido descubrió unos papeles que yo tenía guardados donde venía reflejado que mi madre había fallecido, así que se enteró de todo. En fin, estaba claro que tarde o temprano se tenía que enterar. Yo pedí el traslado en el trabajo y como decía al principio vivo con mi amante, viviendo la mejor etapa de mi vida. Un beso.

 

 Os voy a contar la historieta con una "ex" mía. Estuvimos casi tres años de relaciones, los dos jovencitos y lo que más nos entretenía era follar, además de barato era divertido. Hacíamos de todo y por todos los agujeros, el sexo era el motor de la relación y es que a nivel humano iba cada vez peor. Así que empecé a buscar repuesto, se los puse hasta con su mejor amiga, de eso ni se enteró, pero se sí se enteró de otros cuernos y se vengó de la manera más cabrona, follando con otro.

  Bueno, como la relación sólo se basaba en folladas e infidelidades me cansé y me separé. Ella se casó y yo me olvidé de ella, seguí mi vida y muy feliz...hasta que por casualidad me la encontré; que si un cafecito juntos mientras me contaba lo feliz que estaba con su maravilloso marido, que si una copa juntos mientras me repetía lo "guay" que era su marido, que si tal y que si cual, que al final se le notaba mucho que lo que quería era follar. Lo hicimos, follamos, corneamos al "maravilloso" marido, que los debe tener bien retorcidos. Cuando me vestí y me despedí, pensé: vaya suerte que he tenido, si me descuido acabo casado con la tía ésta: la más tonta, la más fea y la más puta.

Hola. Soy el marido cornudo de una adúltera de 29 años. Yo tengo 33. Cuando la conocí hace diez años, ella aun era virgen y hasta que me puso los cuernos, no había conocido otro rabo que el mío. Siempre me he considerado muy morboso, y hace tres años empecé a proponerle a mi mujer experimentar cosas nuevas en el sexo como por ejemplo tríos, acudir a locales de intercambio, etc, a lo que ella siempre se negaba. También la propuse que se acostara con otros hombres, más que nada para que aumentase su experiencia, y así, darle más morbo a nuestra relación.

 El tema de los cuernos empezó a ser recurrente en nuestras conversaciones, y ella a veces se molestaba, y otras veces me seguía el rollo, pero sin querer dar el paso. El pasado verano, mi mujer se fue una semana con su mejor amiga de vacaciones a un camping a la playa. Yo le volví a insistir en el tema "cuernos" y ella me decía lo de siempre. Yo, aunque no confiaba mucho en que lo hiciera, tenía alguna esperanza, dado que su amiga está soltera y sin compromiso y siempre ha sido un poco salidilla, así que no le iba a hacer ascos al ligoteo y a conocer chicos por ahí, y esto podía llevar a que mi mujer también conociera a alguien. Yo, mientras, me excitaba mucho imaginando a Alicia follando por ahí con otro. Cuando volvió, la noté una expresión rara en la cara, como de vergüenza y a la vez, pícara. Cuando le pregunté qué le pasaba me dijo que me había hecho cornudo, como yo quería.

 Resulta que habían conocido a un par de chicos en el camping, también de Madrid, y habían acabado enrollándose cada una con uno. Así pues mi mujercita se folló a un "yogurín" de 22 años que, por lo que me cuenta Alicia, debe estar bastante bien y es una máquina follando. Por lo que me cuenta, tiene una polla gruesa y de 17 cm (a mi me mide 13) y con mucho más aguante. Han llegado a echar hasta cuatro polvos seguidos, mientras que yo le echo uno y ya no puedo más. Además, conmigo nunca se había corrido follando, y con él casi siempre tiene un buen orgasmo. Os podéis imaginar mi nivel de excitación y el morbo que ha añadido esto a nuestra relación. En la actualidad, este chaval es su amante, mi mujer está feliz desde que está tan "bien follada". Y yo, pues también feliz. Quizás algún día consiga verlos follar delate mío, pero por el momento me conformo con lo que me cuenta. Si queréis comentarme algo, escribir a este email.

estable de modo que he tenido que trabajar bastante, sin embargo no nos faltaba nada, la muy puta, recolectaba dinero con su coño... un día llegó tarde supuestamente visitar a la hermana, ella pensó que estaba dormido así que se acostó, sin ir a bañarse como acostumbraba y al abrazarla y querer tener un momento íntimo, ella se negó por un momento y insistí porque ya tenía un tiempo sin hacer algo, al abrir sus piernas tenía un fuerte olor a semen, me impacté pero seguí adelante, al tener sexo y sin que yo hubiera eyaculado, por su vagina salía bastante olor, me quedé callado por un momento, me excité y la bombeé como nunca, sin embargo, no puedo dejar de pensar que me cuernó...

   Hola, soy una chica llamada Laura de 25 años con novio desde hace 5 años, trabajo en una cadena de peluquerías aquí en Madrid, la historia me pasó estas navidades pasadas despues de la cena de la empresa fuimos a una discoteca y allí entre copa y copa acabé en la cama con mi jefa y su marido dueños del negocio. Entre los dos me follaron bien, además de comerme yo mi primer coño y mis primeras tetas. Desde entonces mi novio lleva unos cuernos espectaculares pues con la mejor excusa acabo yendo con ellos y nos montamos unos tríos de escándalo. Ya me han dicho mis amados jefes que le diga a mi novio que la próxima semana nos vamos a un congreso de peluquería sin saber él que a lo que vamos a follar como perros los tres.

 Hola. Soy un cornudo consentidor de 40 años casado con una fabulosa mujer de 34 y disfrutamos desde hace algunos años del morbo de los cuernos consentidos. Hoy por hoy puedo presumir del tamaño de mis cuernos, de los cuales estoy muy orgulloso pues son proporcionales al disfrute de mi mujer, que para mí es lo más importante. La cosa se fue gestando en nuestro noviazgo, donde yo empecé a mostrarle mi caracter sumiso y de total entrega hacia ella.

 En nuestros juegos sexuales comenzamos a introducir terceras personas imaginarias. Ella disfrutaba mucho de estos juegos y de mi caracter sumiso, tambien descubrió que le encantaba insultarme, cosa que a mí me volvía loco. Lo que más cachonda la ponía era llamarme bastardo y cagarse en mi madre. Cuando yo me corría ella cerraba los ojos y se imaginaba que era otro el que le echaba la leche. Me solía decir que había pensado en algún amigo mío, en alguien del trabajo o incluso en mi padre.

 La cosa fue yendo a más y a los pocos meses de estar casados realizamos nuestro primer trio con otro hombre, aunque yo más que nada estaba de espectador y siendo usado como esclavo para tareas tales como darles los condones, llevarles bebida, en definitiva ayudarlos a que se lo pasaran bien, cumpliendo con mi obligación de mamporrero. Para nosotros este tipo de juegos se han convertido en algo habitual e imprescindible en nuestras relaciones, y se lo recomendamos a otras personas que quieran añadir un poco de picante a su vida de pareja y salir de la monotonía. Saludos, felicidades por la web.

 Hola! Tengo 35 años y os puedo contar que hace años mi mujer, en aquel momento novia, me puso los cuernos, yo estaba de viaje, y ella aprovechó y quedo con un amigo suyo que conocía para en principio verse y tomar algo, aunque luego acabaron follando según me enteré después. Yo creo que ella tenía unas ganas locas de follárselo de antes y él no te quiero ni contar porque hicieron de todo, hasta cosas que no me había hecho a mí hasta la fecha, aunque el caso es que cuando me enteré, porque luego un día me lo contó, no me sentó nada bien y la dejé.

 Paso el tiempo y ella siguió insistiendo en que la perdonara y que la diera otra oportunidad, y como os podéis imaginar accedí y volvimos. Ha pasado el tiempo y nos casamos y tal, pero desde entonces no os podéis imaginar la de pajas que me he hecho pensando en como se la folló aquel tipo, y en otras ocasiones que ella me ha contado de antiguos ex-novios, porque antes de conocerla se la han follado 20 tíos, pensar que se la chupo a 20 me pone cachondísimo y me hago unas pajas tremendas.

 No quiero ni contaros en las millones de veces cuando follo con ella en las que pienso que se la follan delante mía, y me vuelvo loco de placer, vamos que me he vuelto un cornudo consentidor en la fantasía, ya que no lo hemos llevado a cabo, aunque estoy decidido a hacerlo ya, el problema es que no me atrevo a proponérselo, ya que no sé como la sentará, y temo su reacción de indignación, es por esto que aparte de escribir mi historia os ruego que me escribáis a este email contándome como lo haríais, como se lo propondríais, si hay alguien con experiencia en el mismo caso, experiencias similares reales, vamos en definitiva que me conteis como lo hago para volverme un gran cornudo consentidor real. Un saludo. Kike

Trabajo en un ambulatorio y hará cosa de 1 año vino la hija de un conocido mío para hacerse las pruebas de embarazo. Ella no me vió ni sabía que trabajaba allí. El resultado de la prueba fue positivo, estaba embarazada pero se lo ocultó a los padres hasta que ya no tuvo más remedio, igual que al novio, el gran cornudo del novio, que no era el padre de aquella criatura. Según me dijeron la niña era una auténtica zorrita y ni ella sabía con certeza quien la había podido dejar preñada. Una compañera mía, que fue la que la atendió, me contó que le había confesado que cuando bebía mucho o se tomada tripis se dejaba hacer de todo por cualquiera.

 Un sobrino mío que la conoce me contó que corría el rumor que una vez fue con los padres a abortar en secreto, solo lo sabía una amiga íntima. Bueno volviendo a lo de antes, al final no se supo quien era el padre y ahora se encargan del bebé sus padres, mientras la zorrita está todo el día por ahí golfeando y dándole a los canutos. Del novio cornudo no os puedo decir mucho, supongo que aún se estará chocando los cuernos contra los árboles del monte cual ciervo. Saludos.

Hola, quiero contaros una pequeña crónica de un cornudo. Es un hombre que conozco de vista porque trabaja en la misma fábrica. Padece del corazón y una noche trabajando empezó a encontrarse mal en la fábrica y intentaron contactar con la mujer para informarle de lo sucedido y también para que llevara rápidamente unas pastillas que toma para esos casos, pero no había forma de que cogiera el teléfono.

 Unos compañeros lo llevaron al hospital pero antes pasaron por su casa porque era importante lo de las pastillas, y como él se encontraba tan mal, le dió las llaves de la casa a otro para que subiera y cogiera las pastillas. Cual fue la sorpresa que al abrir la puerta se encuentra a la mujer follando con un tío en el salón. La mujer empezó a gritar ¡¡pero tú quien eres!! pero qué es esto! y el solo decía ¡¡que tu marido está malo, las pastillas, que tu marido está malo!!.

 Menuda situación... La mujer totalmente desnuda se levantó nerviosa con las tetas colgando y le dio las pastillas. Despues de llevar media hora en el hospital apareció ella preocupándose por el marido. Como es normal a él no le dijeron nada del tema de los cuernos, y mucho menos en su delicado estado de salud, Así que aquí todos sabemos que es un cornudo menos él, aunque no sería raro que tarde o temprano llegara a sus oídos. Según se comenta, ya se imagina algo.